¿A quién no le gusta contemplar un atardecer? Cierra los ojos e imagínate que estás rodeado de campo, escuchando los pájaros, grillos y algún que otro pez saltar en el pantano frente al que estás sentado. La brisa mueve las ramas de los árboles y te acaricia la cara… huele a pasto, a agua, a naturaleza… abres los ojos y te encuentras frente a este paisaje espectacular, y lo mejor de todo es que no tienes ruido ni nadie que te moleste. Estás en plena Sierra Norte de Sevilla, contemplando un atardecer que no te dejará indiferente… ¿parece una ilusión inalcanzable? Nada más lejos de la realidad. En La Carlina lo hacemos posible, para que disfrutes y desconectes al máximo!