El Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos, ubicado en la provincia de Córdoba, forma parte de Sierra Morena, lindando con en el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, la cuenca del Bembézar y la Sierra de Aracena.
El 28 de julio de 1989 fue declarado Parque Natural y conforma la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena.
Por la orografía del terreno, las tierras no son aptas para el cultivo ya que lo invade un denso bosque mediterráneo, conformado principalmente por encinas, alcornoques y quejigos, además del resto de especies vegetales típicas de este tipo de bosque: acebuche, lentisco, tomillo, romero, juagarzo, jara, abulaga, madroño, coscoja, arrayán, algarrobo, etc. Eso hace que sea una zona idónea para el ganado, pero especialmente para las especies cinegéticas, entre las que destacan el ciervo y el jabalí. Además, actualmente acoge una de las colonias más importantes de buitre negro y de buitre leonado. También se observa la presencia de águilas, de la famosa cigüeña negra y del lince ibérico, aunque éste escasea ya que está prácticamente extinguido.
Está compuesto por 60.000 hectáreas aproxidamente y posee un rico patrimonio histórico, arquitectónico y artístico. En los pueblos que conforman o rodean esta Sierra, como Hornachuelos, Las Navas de la Concepción, Posadas y Almodovar del Río, hay restos de yacimientos, castillos, villas romanas, murallas medievales, torres árabes, iglesias renancentistas, y escasos núcleos de población, entre los que destacan San Calixto y el Seminario de Nuestra Señora de los Ángeles.
La aldea de San Calixto actualmente alberga el Convento de Carmelitas Descalzas de Nuestra Señora de la Sierra desde los años 40, construido sobre el antiguo Monasterio del Tardón, fundado en 1502 por Mateo de la Fuente, monje basilio.
Por otro lado, el Seminario de Nuestra Señora de los Ángeles, actualmente abandonado, fue fundado como monasterio franciscano hacia 1489.
El Palacio de Moratalla, situado entre Posadas y Hornachuelos, merece la pena visitarlo, ya que también tiene un gran encanto artístico y sobre todo histórico.
Por las características de esta zona, anteriormente mencionadas, la Sierra de Hornachuelos ha sido la cuna de la montería española. Fincas destinadas especialmente a la caza, y en las que han cazado personalidades importantes como el rey Alfonso XIII y los reyes Balduino y Fabiola. Eran días de caza nada que ver a lo que estamos acostumbrados en la actualidad. Los monteros acudían a los puestos a caballo, incluso algunos a pie, saliendo temprano de los cortijos para llegar a tiempo al monte y aprovechar las horas de luz y de caza. Todas las reses se cobraban con mulos, y muchas veces llegaban al cortijo al día siguiente de madrugada. Las monterías, dirigidas por los guardas mayores de las fincas, eran toda una aventura. Las fincas estaban abiertas, y por aquel entonces, el lobo ibérico todavía habitaba esta zona, por lo que abatir una res o un jabalí no era nada fácil, ya que las poblaciones cinegéticas eran mucho menores de las que existen hoy en día.
Sin duda, eran experiencias que han quedado en el pasado y que nunca volverán a repetirse. Hay diversos libros históricos que recogen estas hazañas, dignos de leer, algunos de ellos se pueden encontrar en la tienda de las Carmelitas Descalzas, en la aldea de de San Calixto. La Sierra de Hornachuelos siempre será una sierra muy especial, por su historia, por su encanto, por su belleza, y actualmente los dueños de coto tratan de mantener esa belleza y sus costumbres, tan sanas y tan enriquecedoras. Y siempre estará protegida y guiada por nuestra querida Señora de la Sierra.
¡Vida la Sierra de Hornachuelos, sus monteros, sus guardas y personal y viva Nuestra Señora de la Sierra!