La dehesa se trata de un tipo de ecosistema, localizado en el suroeste de la Península Ibérica (Extremadura, Sur de Castilla-La Mancha y gran parte de Andalucía), y está compuesta principalmente por bosque mediterréneo.
Las especies que conforman este bosque mediterráneo son:
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Arboleda: encinas, alcornoques, quejigos y robles (del género querqus).
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Matorral: acebuches, jaras, juagarzos, lentiscos, abulagas, romeros, tomillos, retamas, principalmente.
La dehesa conjuga el aprovechamiento agrícola, ganadero y forestal, siendo un espacio óptimo para la ganadería extensiva (porcina, bovina, ovina).
Cuando hablamos de dehesa sostenible, nos estamos refiriendo a aquella dehesa en la que se fomentan las buenas prácticas medioambientales, que garantizan una gestión forestal eficiente con el objetivo de conservar la biodiversidad del territorio y sacando el máximo provecho y la mejor calidad de los productos que nos ofrece.
Algunas de estas prácticas son:
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Repoblación, densificación y poda de las especies arbóreas características.
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Oxigenación del suelo: siembras.
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Aprovechamiento de los recursos naturales buscando siempre la mejor calidad: bellota (especialmente para la ganadería de cerdo ibérico), corcho (obtenido de los alcornoques), productos ibéricos, turismo rural (casas rurales…)
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Gestión cinegética.
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Personal encargado de la gestión: formación, conocimiento y condiciones adecuadas.
«Hay que gestionar siempre a largo plazo, comprometidos con las siguientes generaciones, dejándoles un Medio Ambiente mejor y más sostenible».